Ellas persiguen un mundo sin fin, sin vacilaciones ni historias recurrentes. Se agigantan y se agitan con cada palabra, con cada ser, con cada momento de quién se atreve a vivir en esta incierta tierra.
Hechas de sueños, nostalgias y esperanzas…Con aroma a rosas, con sabor a muerte, con pasión humana. ¿Quién no abrigó en su lecho alguna que, tal vez creía olvidada? ¿Quién no selló promesas inconclusas mientras las pensaba? ¿Quién no buscó en el baúl cerrado de su alma aquella que jamás hubiera confesado?
Ellas vuelven y se jactan de haber conocido tanto. Llenan labios y corazones desde su ideal de mundo, de país, de ser, de verdades. A diario se camuflan en las hojas de un libro, en la portada de un diario, en amores platónicos, en intelectuales trasnochados, en las palabras de Moro al que reconocen como padre.
Aquí, te invito a descubrirlas, a reinventarlas, a desnaturalizarlas, a creer en ellas como antes, como siempre. Siguiendo juntos en este tiempo sin tiempo y con tu mano en mi mano, motor de posibles imposibles…


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